Cubismo
El cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, creado por Pablo Picasso y Georges Braque, continuado en sus albores por Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay, Juan Gris, María Blanchard y Guillaume Apollinaire. Es una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. El término fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había bautizado a los fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de Braque y sus pinturas de L'Estaque, Vauxcelles dijo, despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos» y figuras geométricas.
Pablo Picasso - "Chica con mandolina" (1910)
George Braque - "Una casa en el estanque" (1908)
Juan Gris - "Guitarra y plato de fruta" (1919)
Supone una ruptura definitiva con la pintura tradicional, ya que rompe con el último estatuto renacentista vigente a principios del siglo XX, la perspectiva. En los cuadros cubistas, desaparece la perspectiva tradicional. Trata las formas de la naturaleza por medio de figuras geométricas, fragmentando líneas y superficies. Se adopta así la llamada «perspectiva múltiple»: se representan todas las partes de un objeto en un mismo plano. La representación del mundo en donde pasaba a no tener ningún compromiso con la apariencia de las cosas desde un punto de vista determinado, sino con lo que se sabe de ellas. Por eso aparecían al mismo tiempo y en el mismo plano vistas diversas del objeto: por ejemplo, se representa de frente y de perfil; en un rostro humano, la nariz está de perfil y el ojo de frente; una botella aparece en su corte vertical y su corte horizontal. Ya no existe un punto de vista único. No hay sensación de profundidad. Los detalles se suprimen, y a veces acaba representando el objeto por un solo aspecto, como ocurre con los violines, insinuados solo por la presencia de la cola del mismo.
A pesar de ser pintura de vanguardia los géneros que se pintan no son nuevos, y entre ellos se encuentran sobre todo bodegones, paisajes y retratos.
Se eliminan los colores sugerentes que tan típicos eran del Impresionismo o el Fauvismo. En lugar de ello, utilizan como tonos pictóricos apagados los grises, verdes y marrones, predominando el monocromatismo sobre todo en la primera época del cubismo.
El cuadro cobra autonomía como objeto con independencia de lo que representa, por ello se llega con el tiempo a pegar o clavar a la tela todo tipo de objetos hasta formar collages.
Pablo Ruíz Picasso
(Málaga, 1881 - Mougins, 1973)
Hijo del también artista José Ruiz Blasco, en 1895 se trasladó con su familia a Barcelona, donde el joven pintor se rodeó de un grupo de artistas y literatos, entre los que cabe citar a los pintores Ramón Casas y Santiago Rusiñol, con quienes acostumbraba reunirse en el bar Els Quatre Gats.
Hacia finales de 1906 Pablo Picasso empezó a trabajar en una composición de gran formato que iba a cambiar el curso del arte del siglo XX: "Les demoiselles d'Avignon" (Las señoritas de Avignon). En esta obra cumbre confluyeron numerosas influencias, entre las que cabe citar como principales el arte africano e ibérico y elementos tomados del Greco y Cézanne.
Bajo la constante influencia de este último, y en compañía de otro joven pintor, Georges Braque, Pablo Picasso se adentró en una revisión de buena parte de la herencia plástica vigente desde el Renacimiento, especialmente en el ámbito de la representación pictórica del volumen: fue el inicio del cubismo.
A partir de 1909, Picasso y Braque desarrollaron dicho estilo en una primera fase denominada analítica. En 1912 introdujeron un elemento de flexibilidad en forma de recortes de papel y otros materiales directamente aplicados sobre el lienzo, técnica que denominaron collage. La admisión en el exclusivo círculo del cubismo del pintor español Juan Gris desembocó en la etapa sintética de dicho estilo, marcado por una gama cromática más rica y la multiplicidad matérica y referencial.
Entre 1915 y mediados de la década de 1920 Picasso fue abandonando los rigores del cubismo para adentrarse en una nueva etapa figurativista, en el marco de un reencuentro entre clasicismo y el creciente influjo de lo que el artista denominó sus «orígenes mediterráneos». Casado desde 1919 con la bailarina rusa Olga Koklova y padre ya de un hijo, Paulo, Pablo Picasso empezó a interesarse por la escultura a raíz de su encuentro en 1928 con el artista catalán Julio González; entre ambos introdujeron importantes innovaciones, como el empleo de hierro forjado.
"Les demoiselles d'Avignon" (Las señoritas de Avignon) (1906)
"Autorretrato" (1907)
"Mujer que llora" (1937)
"Guernica" (1937)
Georges Braque
(Argenteuil-sur-Seine, 1882 - París, 1963)
Tuvo unos primeros momentos fauvistas. En el verano boreal de 1907 pinta en L'Estaque, lugar donde pintó Cézanne, una serie de paisajes "lineales" que son ya pre-cubistas.
Existen dos fases en su cubismo. En una primera época pinta cuadros de superficies superpuestas y planos angulares, componiendo a base de cubos; usaba pocos tonos cromáticos.
A la vuelta de la Primera Guerra Mundial desarrolló un estilo propio, con forma unida al color. Representa figuras de gran tamaño. Pinta algún paisaje. Y realiza, sobre todo, multitud de bodegones de estructura similar.
Después de la Segunda Guerra Mundial pintó una obra a la que llamo Sofía y Mauro.
A diferencia de Picasso, que plasmó con frecuencia la figura humana, Braque prefirió, a lo largo de toda su trayectoria artística, la naturaleza muerta, en la que introdujo novedades significativas, como el empleo del collage o la incorporación de letras y números. En sus bodegones cubistas juega con el espectador, invitándole a reconstruir los objetos a partir de las diversas perspectivas que de ellos introduce en sus obras.
"Servilleta, cuchillo y peras" (1908)
"Instrumentos musicales" (1908)
"Violín y jarra" (1910)
"Hombre con guitarra" (1911) Cubismo analítico
"Café bar" (1919) Cubismo sintético
Juan Gris
(Madrid, 1887 - Boulogne-sur-Seine, 1927)
Inició sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, después, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, a la vez que asistía al taller del pintor José Moreno Carbonero. Su amistad con pintor Daniel Vázquez Díaz, hizo que abandonase Madrid en 1906, huyendo del servicio militar, y se trasladase a París. Hasta ese momento su carrera artística había consistido en ilustraciones para revistas de poesía y prensa en general, como "Blanco y Negro" o "Madrid Cómico".
En París, aunque en principio continúa dibujando para periódicos y revistas francesas como "L´Assiette au Berre", "Le cri de Paris" o "Le Charivari", conocerá a Picasso, a Guillaume Apollinaire y a Georges Braque y a partir de 1910, empieza a dedicarse por completo a la pintura.
Las influencias de Cézanne, Picasso y Braque hacen que en 1912 se incorpore al movimiento cubista. Ese mismo año entra en relación con el marchante Henry Kahnweiler, con quien firma un contrato en exclusiva.
Su forma de entender la pintura se basaba en la prioridad de la idea frente a la imagen del objeto representado. Parte de lo universal para alcanzar lo singular, así la imagen acabará pareciéndose a la idea, que es la verdadera realidad. Cree que la pintura es algo más que la copia fiel de un objeto, es necesario construir o interpretar la realidad. Trabaja la descomposición espacial, el collage y la técnica del papier collé (formas recortadas en papel y pegadas al lienzo).
Sus primeras obras son naturalezas muertas y algunos paisajes en los que destaca el aspecto constructivo y volumétrico de los objetos y de la composición, predominando en su paleta la monocromía de grises y ocres.
Juan Gris retratado por Amedeo Modigliani (1915)
"Retrato de Pablo Picasso" (1912)
"Guitarra y pipa" (1913)
"Guitarra y frutero" (1918)
"Guitarra y mandolina" (1919)
Jean Metzinger
(Nantes, 1883 - París, 1956)
En 1903 Metzinger llegó a París para estudiar medicina, pero enseguida abandonó la carrera para convertirse en pintor. Después de haber experimentado el neo-impresionismo y el fauvismo, se dedicó a obras más personales, como el "Retrato de Apollinaire" de 1910. Amigo de Max Jacob y de Apollinaire, se convirió pronto en un habitual del Bateau Levoir y se encaminó hacia un cubismoanalítico ortodoxo ("Desnudo", 1910).
Metzinger, gracias a su talento como escritor, fue uno de los primeros en relatar las prácticas de los pintores de Montmarte, ausentes de los Salones. Así, en su artículo "Nota acerca de la pintura" de 1910 explica que Braque y Picasso "se habían despojado de la perspectiva tradicional y se habían tomado la libertad de girar aldedor de los objetos", lo cual le permitía hablar, por primera vez de "totalidad".
Tachado de plagiario por la crítica, en 1911 decidió librarse de la influencia excesiva de los pioneros de la vanguardia y se dedicó a pintar obras más originales ("La Merienda", 1911). Posteriormente comenzaría una frase más analítica, con un estudio más complejo del tema, al que presentaba bajo diferentes ángulos ("La pluma amarilla", 1912). A partir de 1914-1915, mantendría este estilo de manera más simplificada ("Mujer y guitarra").
Por la fragmentación de los objetos y su voluntad de mostrarlos en varias caras mediante el giro del plano visual sobre un eje, el arte Metzinger está claramente emparentado con el cubismo de los primeros tiempos (1908-1910). Pero por su preocupación por la anécdota y por su sistema de iluminación clásico, pertenece también al arte tradicional ("Las bañistas", 1913). En este aspecto, se encuentra próximo a su amigo Albert Gelizes.
Robert Delaunay - "El hombre del tulipán" (Retrato de Jean Metzinger) (1906)
"Retrato de Apollinaire" (1910)
Jean Metzinger
"Los bañistas" (1913)
"Mujer con una mandolina" (1950)
Albert Gleizes
(París, 1881 - Aviñón, 1953)
En 1907 Gleizes y algunos de sus amigos persiguieron la idea de crear una comunidad autosuficiente de artistas que le permitirían desarrollar su arte libres de toda preocupación comercial. Durante casi un año, en una gran casa en Créteil, Gleizes junto con otros pintores, poetas, músicos y escritores, se reunieron para crear. La falta de ingresos les forzó a abandonar el lugar a principios de 1908 y Gleizes se trasladó temporalmente a La Ruche, la comuna artística del barrio de Montparnasse en París.
En 1910 se integró en el cubismo, del que fue uno de sus primeros y más importantes teóricos junto a Jean Metzinger. Expuso en el Salon des Indépendants de París de aquel año. Más tarde colaboró con Metzinger escribiendo en 1912, la obra "Du cubisme" (Sobre el cubismo y los medios para comprenderlo) , dotándolo de bases teóricas y estéticas. En otoño de ese año, junto a Metzinger se unió al Grupo de Puteaux, también conocido como Section d'Or, dirigido por Jacques Villon y su hermano Marcel Duchamp.
En febrero de 1913, Gleizes y otros artistas introdujeron el nuevo estilo de pintura entre el público estadounidense en el Armory Show de Nueva York.
Albert Gleizes - "Paisaje cubista" (1914)
Albert Gleizes - "En el puerto" (1917). Óleo y arena sobre lienzo
Du Cubisme
Escrito en 1912, fue el primer gran texto sobre el Cubismo, precediendo a "Les Peintres Cubistes" de Guillaume Apollinaire (1913). El libro está ilustrado con fotografías en blanco y negro de las obras de Paul Cézanne (1), Gleizes (5), Metzinger (5), Fernand Léger (5), Juan Gris (1), Francis Picabia (2), Marcel Duchamp (2), Pablo Picasso (1), Georges Braque (1), André Derain (1), y Marie Laurencin (2).
El tratado, que fue altamente influyente, fue publicado por Eugène Figuière Éditeurs, en la Colección "Tous les Arts", París, 1912.
Una nueva edición fue publicada en 1947 con un avant-propos por Gleizes y un epílogo de Metzinger. Los artistas aprovecharon la ocasión para reflexionar sobre la evolución de esta vanguardia artística treinta y tres años después de la aparición de la primera publicación de Du "Cubisme".